Entrada destacada

La nueva política

Hemos asistido al nacimiento, allá por 2014, de la nueva política. Con nueva política me refiero al salto que se dio desde las plazas al sue...

lunes, 8 de agosto de 2016

Neoliberalismo y democracia: la autonomía de la universidad pública (III)

Como dije en la anterior entrada, para entender la incidencia del neoliberalismo en la democracia vamos a poner un ejemplo concreto. Este ejemplo es el de la autonomía de la universidad pública. El derecho a la educación es uno de esos derechos sociales que mencionábamos en Neoliberalismo y democracia: dos fechas clave (II). Sin embargo, para entender cómo influye, debemos ver cómo se expande la ciencia y la tecnología a partir de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos.

En 1941, ante la intención de Estados Unidos de ganar la guerra y establecerse como primera potencia mundial, la democracia decide invertir dinero público en ciencia y tecnología para conseguir tales propósitos. Cuando llega 1945, finalizada la contienda, Estados Unidos se encuentra con, literalmente, un Sistema de Ciencia y Tecnología público que, con el apoyo de un prestigioso científico del momento, consigue seguir financiada públicamente e, incluso, institucionalizada en la National Science Foundation (NSF). No existe, a penas, rastro del neoliberalismo. Es más, la financiación privada de la ciencia y la tecnología es casi inexistente.

Gracias a estos avances, aunque a un nivel que aquí no vamos a detallar, la universidad pública se ve reforzada: mayor número de estudiantes, inversiones públicas cuantiosas, progreso. La autonomía de la universidad se mantiene, la finalidad a la que se orienta la ciencia y tecnología que aquí se realiza es al beneficio social y no tanto a la creación y transmisión de conocimiento (el ideal de la ciencia libre de valores).

1973. La democracia se ve golpeada por la crisis del petroleo, la financiación pública de la ciencia se ve diezmada. En el caso de Estados Unidos, además, hay que añadir el fracaso que supuso la guerra de Vietnam. ¿Por qué financiar la ciencia si la primera potencia mundial ha sido superada por Vietnam? El neoliberalismo tampoco influye demasiado aquí, en realidad el intervencionismo del Estado y la prevalecencia de la democracia le hacen imposible actuar.

Todo cambia con la llegada de Reagan al poder, pues el valor económico promovido por el neoliberalismo entra en juego. La ciencia y la tecnología en investigación no se orientan ya a ganar una guerra, sino a producir beneficio económico. Para la universidad ocurre exactamente lo mismo. Es fácil intuir, entonces, cómo la autonomía de la universidad pública se ve comprometida.

Podemos decir que existen dos maneras de ejercer la autonomía por parte de la universidad pública: una de tipo externo, referida a las relaciones entre universidad, Estado y sociedad; otra de tipo interno, referida al autogobierno (es muy importante no confundir la autonomía en su ejercicio interno con la libertad de cátedra). La autonomía de la universidad pública en su ejercicio tanto interno como externo, está condicionada por el beneficio económico y social, por un lado, y por otro lado, por la Ley que regula la universidad pública.

A partir de 1980, cuando el neoliberalismo se impone en democracia, muestra el Estado y todas sus instituciones como ineficientes. La democracia pasa a ser el mercado del neoliberalismo, el Estado y sus instituciones son empresas que son más o menos viables dependiendo del beneficio económico que aportan. Si para el neoliberalismo funciona, también funciona para la universidad pública o el propio Estado.

La inclusión del neoliberalismo en la democracia tiene consecuencias positivas, el avance de la ciencia y la tecnología a partir de 1980 es brutal. De hecho, es posible que sin neoliberalismo, la ciencia y la tecnología no hubieran avanzado como lo han hecho. Hay una razón sencilla que explica esto: ciencia y tecnología son capaces de producir mucho beneficio económico en poco tiempo. Esto no ocurre con la universidad pública, puesto que no produce beneficio económico de la misma manera. Por lo que, la inclusión del neoliberalismo en la democracia, también tiene consecuencias negativas. Aquel que no produce beneficio económico, no es apto para el neoliberalismo. Es así de sencillo.

Espero que la anterior entrada haya quedado mejor explicada con este artículo. Neoliberalismo y democracia chocan en cuanto a que la democracia es protectora de individuos, pero el neoliberalismo sólo tiene en cuenta a aquellos que producen y reproducen el capital. Si tenéis algún comentario, duda o sugerencia, aprovechad la sección de comentarios o mis redes sociales para que podamos debatir más y mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario