Hemos asistido al nacimiento, allá por 2014, de la nueva política. Con nueva política me refiero al salto que se dio desde las plazas al suelo público como tal. En 2016, la calle tiene verdadera representación. Sin embargo, esto ha supuesto que la vieja política se actualizara. Tras casi dos años de Podemos, ¿a qué se ha enfrentado?
1. Un ascenso fulgurante. Nadie podía prever que se aceleraran de 0 a 100 en pocos segundos cual Fórmula , pero tiene una explicación sencilla. A Pablo Iglesias y compañía se le dio cancha, lo que supuso beneficio económico para todos estos programas de televisión que empezaron a hacer negocio de la crispación ciudadana. Mientras que no tenían intención de ir más allá, todo estaba bien: eran denuncias retóricas, porque lo que de verdad cambia todo es el poder.
2. Elecciones europeas. El día antes de los comicios, los expertos creían que de sacar algo, Podemos iría a Bruselas con un representante. Fueron cinco. El cuarto poder entendió que había creado un monstruo, uno tan grande que se le había ido de las manos. Cuando todo era retórica apropiada, no había problemas. ¿Qué podía pasar? Nunca nadie creyó en los de la Complutense. Ese es el peligro de acusar al contrario de populismo, que pone una cortina opaca entre la realidad y el discurso acusador.
3. Campaña de acoso y derribo. Desde entonces, a lo único que pudo enfrentarse Podemos fue a un constante ataque que, a día de hoy, sigue. Fue un año de desgaste, una carrera de fondo que hizo mella. A las autonómicas andaluzas se llego en plena batalla, con lo que el resultado no fue el esperado. Lo suficiente como para que el adversario pudiera hablar de fracaso, aunque no era así.
4. Aparición de Ciudadanos. Un partido que se pretendía como nueva política pero que, en realidad, era más de lo mismo. Este sí fue un experimento controlado por el cuarto poder, mediando el Ibex35 quien, se había quejado de no tener un Podemos de derechas. Los auparon, los presentaron como la alternativa sensata y mucha gente lo creyó. Este es, sin duda, el mayor daño que ha sufrido Podemos. Parte de su electorado venía de la derecha, por no tener otra alternativa clara y porque, en un giro, a mi juicio, desastroso, Podemos decidió buscar el centro. Ciudadanos pronto se reveló como lo que era, pero con un discurso sobre la unidad nacional tan fuerte... no necesitaban mucho más.
Que un partido como Podemos se haya abierto paso de esta manera en un país de mente y costumbres tan conservadoras, tiene mucho mérito. Aunque el voto parece guiarse por lo malo conocido mejor que lo bueno por conocer, lo que Pablo Iglesias y demás personas han conseguido no lo había hecho nadie hasta ahora en este país. Gracias a estos y muchos más, mitos políticos como el de la Transición modélica o el propio Felipe González están cayendo.
Lo interesante está en ver qué pueden hacer si llegan al poder, los ejemplos de Carmena, Kichi y otros son muy positivos. Es algo que los medios de comunicación tapan si no tienen un arma arrojadiza. Por lo pronto, estamos en stand by a la espera de que Pedro Sánchez consiga unos votos que, salvo que el PP lo facilite, parecen imposibles.
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